Omega 3
Los ácidos grasos de omega 3 son sustancias que tomamos en la dieta. Pertenecen al grupo de los ácidos grasos poliinsaturados y están relacionadas con el ácido alfa-linolénico. Éste es un ácido graso de los llamados “esenciales” porque nuestro organismo es incapaz de fabricarlo, y tiene que ser tomado con el alimento. Los ácidos grasos omega-3 están implicados no sólo en la maduración y el crecimiento cerebral y retiniano del niño (por eso la leche materna lleva estos ácidos grasos), sino que intervienen en los procesos de inflamación, coagulación, presión arterial, órganos reproductivos y metabolismo graso.
PRINCIPALES FUNCIONES
· Reducen la probabilidad de recaída en las enfermedades en las que se presenta inflamación crónica del tracto intestinal y otros órganos.
· Mejora considerablemente los casos de dermatitis seborreica infantil ("escamas" de grasa que se forman en los recién nacidos, sobre todo en el cuero cabelludo) y las afecciones en la piel infantil debido al contacto con el pañal.
· Alivio de dolor y rigidez en casos de artritis reumatoide (inflamación de las articulaciones, que incluye generalmente manos y pies, con presencia de dolor que puede destruir el interior de la articulación).
· Contribución al perfecto desarrollo del bebé antes y después del parto.
· Regulación en los niveles de la presión sanguínea, sobre todo si se padece hipertensión (presión arterial alta).
· Ayuda en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares.
El consumo de Omega 3 durante ciertas etapas como el embarazo y lactancia reviste esencial importancia, ya que tanto el feto como el recién nacido no son capaces de producir este ácido, por lo que la futura madre debe tener número adecuado de reservas incluso antes de embarazarse, para que durante gestación y lactancia sea capaz de proporcionarle a su hijo este importante nutrimento.