Minerale III (Magnesio)
El Magnesio es un mineral que tiene muchas propiedades pero es muy conocido por ayudar a la absorción del calcio y ser un potente relajante muscular.
El magnesio es un tranquilizante natural puede mantiene el equilibrio energético en las neuronas y la transmisión nerviosa, manteniendo al sistema nervioso en perfecta salud. Ampliamente recomendado para los tratamientos antiestrés y antidepresión. El magnesio ayuda a fijar el calcio y el fósforo en los huesos y dientes. Previene los cálculos renales ya que moviliza al calcio. El magnesio actúa como un laxante suave y antiácido.
Interviene en el equilibrio hormonal, disminuyendo los dolores premenstruales. El magnesio actúa sobre el sistema neurológico favoreciendo el sueño y la relajación. Actúa controlando la flora intestinal y nos protege de las enfermedades cardiovasculares. Y es favorable para quien padezca de hipertensión.
POSIBLES FUNCIONES
· Mantiene normalizadas las tasas de colesterol.
· Es regulador del ritmo cardíaco.
· Esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso y músculos puesto que participa en la transmisión de los impulsos nerviosos y es activador de las contracciones musculares.
· Regula los niveles de azúcar en sangre.
· Favorece la absorción y metabolismo de otros minerales como el calcio, el fósforo, el sodio y el potasio.
· Ayuda a regular la temperatura corporal.
· Es coadyuvante en el metabolismo de las proteínas, por lo que participa en la reparación y mantenimiento de las células y tejidos.
· Es conocido como el mineral antiestrés.
POSIBLES ALTERACIONES QUE OCASIONA SU DEFICIENCIA
· Dificultad de coordinación muscular así como calambres, espasmos y temblores.
· Astenia (sensación generalizada de debilidad física y psíquica, con principal incidencia entre las personas de 20 a 50 años, y mayor preponderancia en las mujeres que en los hombres) y pérdida de apetito.
· Confusión, desorientación, deterioro de la capacidad intelectiva, alteraciones de la conducta, tendencias suicidas y esquizofrenia.
· Convulsiones y epilepsia.
· Tics nerviosos.
· Estreñimiento.
· Mayor probabilidad de formar depósitos de calcio en los riñones, vasos sanguíneos y corazón.
· Mayor riesgo de padecer accidentes cardiovasculares.